El ancestral arte de la taxidermia corre peligro de desaparecer. Es nuestra responsabilidad educar a las nuevas generaciones para que nunca se pierda esa tradición.
Y la mejor forma de hacerlo puede ser decorando la habitación de tu hijo con las cabezas «disecadas» de aquellos peluches con los que jugaba cuando era más pequeño.
Así no se extrañará cuando, en su adolescencia, vayamos al taxidermista del pueblo para que haga su noble trabajo con el cuerpo de su mascota fallecida.
Cualquier peluche sirve, compruébalo aquí.
Véase también Convierte a tu mascota en obra de arte
Visto en el Barón Rojo
taxidermia | peluches | cabezas
Visto en el Barón Rojo
Ideal parta novias ardidas!
Lo mas raro es imaginar a una persona con una escopeta en el cuarto del niño, haciendo cacería de peluches…
Los traumas estan muy infravalorados…
Grotesco Juguete jaja Un Saludo
¿qué tiene la humanidad con los ciervos? primero el de siete patas y ahora esto. ¿qué pensará Bambi?
bonita palabra «taxidermia»… pero no me gustan los ojos que les han puesto. ¡Tienen que parecer vivos! Ains, qué fallo.
si pos, y también tendremos que hacer lo mismo con nuestros parientes lejano sy exhibirlos en el living ¬¬
¡Qué belleza!
educándolos asi desde pequeños puedo, sin temor, exigir que mis hijos exhiban mi cuerpo preservado en la sala de sus casas.
[…] con metralleta me impone mucho respeto. Véase también Pendientes hechos con patas de ardillas, Taxidermia para niños: Peluches disecados Visto en […]
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