Me estoy imaginando el proceso que debió seguir el diseñador Chih-Kang Chu para hacer este mueble: seguramente estaba haciendo karate, partió la mesa y vio que le podía sacar partido como asiento para su descanso. Por supuesto, luego le pondría otras dos patas para que asentara mejor.
Sólo así me explico que alguien haya llegado a la conclusión de que el mismo sitio que vale para comer pueda valer para echarse una siesta. Ahora sólo falta que alguien diseñe un mantel que se pueda inflar para ponerlo de colchoneta, que el mueble este (que no está a la venta todaví) tiene pinta de estar de un duro… por no hablar de cómo tiene que sentar ver restos de pan o pielecillas de chorizo pegadas a la ropa cuando te despiertes.
Aunque bueno… para ciertos menesteres debe ser más cómoda que la mesa de la cocina de «El cartero siempre llama dos veces».
Visto en Yanko Design
t guapa
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con unos cojines quedaria de lujo..y los mismos cojines dejarlso al lado a lo mas chino. pa’ snetarse a comer.
No se a donde vamos a llegar…pa ganarse un duro…(euro)
Quería aclararte que no se trata de una mesa, sino de un banco. Asique de chorizo, nada.
Una idea genial ,es muy original.
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