Como suele suceder cuando hablamos de ecologismo, es difícil dar con soluciones perfectas, y esta no va a ser menos.
En primera instancia parece perfecto poder generar luz gracias a una fuente de energía limpia. Pero, sin embargo, desde un punto de vista animalista, seguro que nos va a parecer inaceptable que esa energía provenga de un ser vivo recluido en un acuario.
Concretamente, de una anguila eléctrica que ha sido bautizada con el nombre de Miguel Wattson. Curioso.
La performance la han montado en el acuario de Tennesse y, bueno, parecen estar muy orgullosos de su idea.
Como experimento no está mal; pero pérfido es un rato y, además, con la coletilla del tema ése.
El gimnoto echando un mano contra voluntad para unos adornos sobre temas supersticiosos…
Comments are closed.