En ocasiones, las personas adultas se disfrazan. También es habitual que las personas adultas disfracen a las personas que aún no son adultas, incluso tratándose de sus propios hijos. Y, por si eso fuera poco, algunas se atreven a disfrazar a perritos y a otros animales de cualquier tamaño y edad, para horror y desespero de los defensores de los derechos de los animales.
Lo que ya no es tan habitual es disfrazar cosas. Y aún menos, disfrazar cosas de más de tres metros de alto.
Ha sido una ocurrencia de la señora Lisa Boll. Lisa vive en una casa cuya entrada está rodeada por una frondosa y (originalmente) verde planta trepadora. Perfecta para convertirla en Triki, el popular Monstruo de las Galletas.
Para conseguirlo no se ha complicado mucho la vida; ha pintado de azul las hojas y ha colocado un par de ojos de cartón en la parte superior. Para completar la obra, una pieza plana en el suelo, de color marrón con puntos oscuros a modo de clásica cookie.