Skin-On es un proyecto de investigación que parte con la premisa de que «la piel humana es el mejor interfaz para la interacción».
A partir de ahí, una cosa va llevando a la otra, y se acaba con el diseño de una funda de móvil que reproduce a la perfección el aspecto y tacto de la piel humana, y que podemos acariciar, pellizcar o clavarle la uña para conseguir que el dispositivo que contiene responda con alguna acción.
Seguro que no pasará a la Historia de los interfaces electrónicos, pero no deja de ser curioso. Yo quizá le añadiría algunos pelitos que poder estirar, pero poco más.