Henry Kim es un diseñador de moda surcoreano aficionado a la acuariofilia en su modalidad de «pececillos de colores».
De entre los habitantes de su acuario, uno destaca sobre todos los demás. El pobre sufre de una enfermedad en la vejiga natatoria que le impide flotar con normalidad; se da la vuelta de forma incontrolada y acaba agotado en el fondo del acuario.
Para facilitarle la vida, Henry le ha diseñado una peculiar «silla de ruedas». Lo entrecomillamos porque, en realidad, no tiene ruedas, pero flota y mantiene a su ocupante en posición vertical. Una solución que facilita la movilidad en el entorno acuoso de forma similar a como lo hace una silla de ruedas sobre terreno seco.
Como podemos ver en el video, el invento ha solucionado la vida al asombrado pececito.