Observatorio astronómico disfrazado de R2-D2

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Que un astrofísico sea un friki enamorado del universo de Star Wars no es extraño en absoluto. Es el caso del profesor alemán Hubert Zitt.

Pero el amigo Hubert, además de astrofísico y friki, es un tipo al que le gusta hacer las cosas a lo grande.

Ha logrado convertir su lugar de trabajo, el observatorio de Zweibrücken, en uno de los R2-D2 más impresionantes, y más grandes, de nuestra galaxia.

Un reto conseguido, en parte, gracias a otra de las virtudes que le adornan: su capacidad de persuasión. Gracias a ella ha conseguido que un grupo de estudiantes y, atención, su suegro, se hayan apuntado a ayudarle en tan hercúlea tarea.