Es bastante común, a la hora de decorar un árbol de Navidad, colocar en la parte superior del mismo una preciosa Estrella dorada. Una Estrella de Navidad.
Otra tradición que, lo siento, no lo podemos evitar, vamos a dinamitar. En este caso con la fuerza de otra estrella. De una estrella que no tiene nada que ver con la Navidad, sino con la muerte, el odio y la destrucción. Efectivamente, hablamos de la popular Estrella de la Muerte.
En principio no deberíamos temer nada por cometer este tipo de sacrilegios. Ni siquiera la reacción agresiva de algún familiar chapado a la antigua. Si una Estrella de la Muerte es capaz de destruir un planeta, imaginaros lo que puede llegar a hacer para defenderse de algún abuelo o abuela iracundo y atacando con un paraguas o un bolso.