No estamos aún preparados para algo así. Al menos es lo que cree el artista israelí Ronit Baranga.
Por eso ha decidido no aplicar el concepto sobre la tierna piel de un infante, sino modelar unos pequeños bebés, en cerámica, para pintar después sobre ellos unos cuantos tatuajes.
¿Cuánto tardaremos en ver al primer bebé real tatuado? Probablemente, no más de una década.
Por cierto, Ronit también se entretiene creando figuras no tan encantadoras…