Ahora que se acerca San Valentín puede ser un buen momento para replantearse cómo representamos al icono romántico por excelencia: el corazón.
La silueta típica es una conceptualización extraña que se aleja demasiado del original; una ofensa para cualquier geek. Si queremos impresionar a nuestra pareja, recomendamos regalar esta versión: Una reproducción exacta, a pequeña escala, de lo que es un auténtico corazón de ser humano.