Es habitual que los perros tengan la entrada prohibida en establecimientos públicos como tiendas y bares. Una prohibición que, increíblemente, se aplica a todos los perros sin excepción, incluso en el caso de aquellos que están mejor educados que sus dueños humanos.
Dejar al animal atado a una farola en la puerta del local es la solución habitual, pero ahora, en Brooklyn, se puede optar por «aparcar» al perro dentro de una confortable jaula/parking.
El Dog Parker es un habitáculo dotado de climatizador, un sistema de auto limpieza y de una webcam que el dueño puede visualizar en una app para el móvil.
A través de la app también podemos localizar las jaulas más cercanas y reservar hora para no encontrarnos en la incómoda situación de tener que dejar al animal a la interperie. Pobrecito.
La puerta se abre y cierra acercando una tarjeta en la que se carga el importe de la estancia. Ignoramos la tarifa que se aplica pero, sea cual sea, nos parecerá excesiva.
Es una reverenda tonteria encerrar a los perros asi mientras te alejas. Los perros seguro sufren mucho estrés.
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