Ya está bien de tonterías, si hay que ser cruel con las visitas, seamos crueles. Porque lo del OLA K ASE ENTRA O K ASE es gracioso, pero no evita que los visitantes indeseados abandonen la idea de tocar el timbre de la puerta.
El felpudo «Sorry, but your princess is in another castle» (Lo siento, tu princesa está en otro castillo) sí que consigue deprimir y hundir en la miseria a quienes consigan llegar a la puerta de tu castillo. O debería.
Evidentemente, el objetivo es auyentar al spam físico: visitas no solicitadas, admiradores pesados y vendedores de cualquier calaña. En el caso de nuestros amigos, como ya conocen las diferentes patologías mentales que padecemos, no hay problema ninguno.
No se si es necesario aclararlo, pero por si acaso: estamos ante la reproducción de la escena final en cada castillo del videojuego (excepto el último). Cuando nuestro héroe llega con la esperanza de encontrar a su princesa, se encuentra con Toad, el champiñón, anunciándole la triste noticia.