Algunos propietarios de perros y gatos piensan que es una buena idea vestirlos con ropa como si fueran muñecas, o seres humanos pequeños. Es algo extravagante en sí mismo, pero lo peor no es eso, lo peor es que los modelitos que les ponen hacen gala de una lamentable falta de elegancia.
Ese es un factor que provoca frustración y desasosiego en los animalitos, que no entienden porqué son rechazados sistemáticamente cuando se acercan a oler el ano de algún congénere con intenciones libidinosas (esto en el caso de los perros, los gatos no se qué rito de apareamiento utilizan).
En cualquier caso, la solución es sencilla: Hay que vestirlos con clase y estilo.
Esta línea de corbatas, con su cuello de camisa blanca, puede ser una buena forma de empezar a tomarse en serio algo así.
