Desde hace años observamos con envidia y admiración los avances que los japoneses están consiguiendo en el ámbito de la higiene íntima post defecación. Sus toilettes dotados con todo tipo de comodidades no dejan de asombrarnos: chorritos de agua programados a diferentes temperaturas, eficientes secadores, paneles de control que parecen salidos de un película de ciencia ficción… espectacular.
Lamentablemente, a día de hoy ya podemos afirmar que, por alguna extraña razón, nuestras occidentales posaderas no van a poder disfrutar de esas maravillas. Los malignos nipones no quieren exportar unos de sus más preciados tesoros.
Una vez asumida esa evidencia, es momento de actuar. Nosotros queremos que nos limpien el culo automáticamente, y lo vamos a conseguir.
Simone Grietz ya se ha puesto manos a la obra y tiene disponible un prototipo que tiene muy buena pinta. Presenta ciertas carencias pero está claro que ese es el camino a seguir.
Visto en Geek.com
Sublime a la par que elegante.
[…] muestra más de lo que comentábamos hace unos días. Mientras en occidente intentamos limpiarnos el culo con un taladro, los japoneses siguen ampliando la brecha cultural y tecnológica que nos separa, también, en este […]
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