Se llama Alice Lang y es una artista australiana a la que se le ha ocurrido realizar tazas de cerámica con la forma de su cuerpo.
Ha utilizado escáners en 3D para conseguir las medidas exactas para los moldes. El producto, en porcelana, lo ha pintado a mano con todo detalle. No faltan pezones, pecas ni vello púbico.
Son dos piezas que se puede situar una encima de la otra para componer el torso completo.
Como suele suceder en estos casos, lo más curioso es leer el discurso sesudo con el que los expertos intentan adornar y explicar este tipo de obras de arte. En este caso, según el New Museum of Contemporary Art y, suponemos, con la aquiescencia de la autora…
Luego lo traduzco, que ahora me da la risa:
This action is intended to instigate mindful social interaction by making the user playfully complicit in this parody of the objectification, dissemination and consumption of anonymous women’s bodies. This interaction seeks to examine the female body as the site of objectification and explore how women can enact ownership and agency over their own body within this complicated context.
Pues sí, complicated, very complicated.
Visto en DangerousMinds