Simpático y divertido, el único problema que tiene el colgador Kitt-a-boo es el riesgo de que nos quedemos embobados colgando y descolgando el bolso una y otra vez, hipnóticamente.
Simpático y divertido, el único problema que tiene el colgador Kitt-a-boo es el riesgo de que nos quedemos embobados colgando y descolgando el bolso una y otra vez, hipnóticamente.