Parecía una estrategia infalible de la izquierda danesa: contratar una campaña de publicidad en los autobuses de Copenhague con la imagen de un Donald Trump majareta junto a un aviso para animar a los norteamericanos a votar.
Pero lo que parecía imposible ha sucedido. Han votado, pero para que Trump gane estas elecciones y se confirme como el Biff Tannen del siglo XXI.
Quién lo iba a decir…