¿Por qué? ¿Qué sentido tiene? ¿Se trata de documentar alguna filia nueva? ¿Algún tipo de perversión de la que no teníamos noticia hasta ahora?
Muchas preguntas y pocas respuestas. Pero este es el documento: 100 personas besando a un panel de plexiglás transparente, delante de una cámara de vídeo.
Relájate y, si procede, disfruta. Es decir, si sientes el deseo irrefrenable de morrearte con la pantalla donde estés visionando esto, házlo. Do it.
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