Parece que en el lejano oriente también practican la liturgia de dormir como troncos después de una buena borrachera. Una tradición milenaria que están intentando actualizar con detalles como este cojín con forma de botella de Sake.
Una botella tipo Magnum (era preciso), de aproximadamente 1.8 litros de volumen cuyo interior no contiene licor alguno, sino un relleno mullido y confortable. En la etiqueta, un mensaje en caracteres japoneses cuya traducción viene a ser algo como «colocado» en nuestro idioma o «smashed» en inglés.
Como siempre en estos casos, ahora nos toca esperar la versión «occidentalizada» del producto, que suponemos que en este caso pasará a ser un botellón de tintorro o, en el mejor de los casos, de whisky de garrafón. Mientras tanto, nos podemos seguir pasando las resacas en el cómodo cojín tronco de árbol.
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