Solo hay que equipar la llantas de la rueda trasera de la bicicleta con unas luces LED, esperar a que el sol se esconda en el bosque y contar con la magia de los efectos especiales de vídeo en la postproducción. Magia que dominan Mike Gamble y Tom Wood.
El resultado son unas imágenes espectaculares en las que las bicis dejan un rastro que nos recuerda al que dejaban los light speeders de Tron.
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