Ahora que empieza a refrescar es momento de pensar en cómo abrigarnos para evitar los molestos resfriados propios de esta época del año.
Las bufandas cumplen con esa función, pero este modelo, además, tiene un alto grado de adorabilidad.
Cuando no la utilizamos, se trata de un pequeño bebé zombie con el cráneo abierto en su parte superior. Al sacar el cerebro, graciosamente, todas las entrañas de la criatura van apareciendo formando una suave y confortable bufanda que nos podemos enrollar alrededor del cuello.
Interesante, pero sigue sin superar a nuestra bufanda preferida de todos los tiempos: la bufanda pseudo-orgánica, que te calienta con tu propia sangre.
Visto en Technabob