Los que vivimos perturbados por no saber interpretar los tags (firmas) que cuadrillas de «artistas» van dejando por las calles, estamos de enhorabuena. Entrecomillamos «artistas» para diferenciar a estos graffiteros frustrados de los verdaderos cracks, capaces de crear respetables obras de arte en una pared.
La pesadilla ha terminado gracias a Mathieu Tremblin. Este muchacho francés se dedica a eliminar de paredes y persianas los infames tags para dejar en su lugar una «traducción» en un tipo de letra que todos podemos entender.
Una idea brillante con un resultado principal: poner aún más en evidencia, si cabe, la estupidez del autor original. Esperemos que su iniciativa se propague por todo el mundo.
Visto en BoredPanda
Parece una huevada pero es útil, además queda mucho más elegante que los grafitis, son palabras sueltas compresibles
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