Un gato negro es un ente perturbador para ciertas personas, pero su poder maléfico no va más allá de sugestionar a los supersticiosos y hacerles pasar un mal rato.
Pero si ese mismo gato negro se pone a jugar en la cocina con un bote de harina, el producto resultante pasa a ser digno de una novela de Stephen King: Una especie de gato diabólico con el poder de provocar un infarto de miocardio en cualquiera que se lo encuentre.
El redditor teddy-bear-the1st ha vivido esa experiencia con su propio gato y estas son las fotos de la bestia.