No es lo mismo restablecer una herida con un AAARGH! que con una vulgar tirita marrón. Esa herida se tornará más fuerte si le damos una entidad más allá de su carácter doloroso. Hay que darle acción, relevancia, una personalidad propia; sólo de esa forma conseguiremos una verdadera cicatriz de metralla de un corte de cuchillo de untar mantequilla.
La caja de OUCH! incluye 24 tiritas con modelos diferentes para crear diferentes tipos de historias alrededor de cada herida cotidiana para hacer nuestra vida algo más interesante: por supuesto, está el sufrido OUCH!, el sorprendido OOOW!, el furioso AAARGH!, el grandioso WHAAM!, el épico BAM y el certero y contundente POW.
Y sí, puedes interconectarlos y crear una relación entre todos ellos como si tu cuerpo fuera un dibujo tipo Une Los Puntos. Empezar la historia con OUCH!, seguirla con un primer AAARGH! como reacción primaria y un POW para apoyar, aunque el descubrimiento del origen del golpe suponga un OOOW!, un WHAAM! y un BAM para acabar en una nota alta. Requiere ensayo, pero la recompensa merecerá la pena.
