Clive Roddy es el creador de los anillos paisajísticos, sets de anillos que al juntarse forman un paisaje a elección del portador.
Están hechos de abedul, cortados con láser y no albergan ningún hechizo que transporte al portador al paisaje que forme con los anillos, ya que entonces la demanda de anillos con forma de pollería colapsarían el mercado.
Además, las pollerías terminarían siendo como los fumaderos de opio, llenas de personas tiradas por el suelo en pleno éxtasis y otras que simplemente aparecen, huelen, lo flipan y se van. Esto nos llevaría irremediablemente a una apuesta de las pollerías por crear ambiente, lo que supondría la contratación de bailarinas embadurnadas de pollo que harían estremecer a nuestro órgano olfativo a base de movimientos gráciles enfocados a expandir el olor por el local. No digo que esté en contra de los antros de perversión, pero si hay que hacer cola yo paso. Para colmo, esto colocaría a las pollerías en el límite de lo legal y acabarían cerrándolas, y ningún villano en toda la historia ha sido tan cruel como para cerrar una pollería. A no ser que fuera un daño colateral, claro.
Visto en Like Cool