Este Halcón Milenario no puede superar en cinco puntos la velocidad de la luz, ni cepillarse a los Tie Fighters a laserazo limpio, pero en cambio abre botellas con gran facilidad, una virtud que nos puede evocar míticos momentos en la cantina de Mos Eisley, mientras abrimos cervezas y tarareamos aquella pegadiza canción.
Otra de sus funcionalidades es que puede usar La Fuerza para pegarse a la puerta de la nevera. La Fuerza magnética, claro.
