Imagen: cinco personas a la mesa tratan temas irrelevantes mientras comen. Una de ellas, la que a todas luces parece más insegura, pincha mal la comida y ésta cae sobre la salsa salpicando la cara al comensal con un líquido marrón y pegajoso que resbala peligrosamente cerca de los labios. Ahora, añadid a la imagen las palabras «retrete» y «fondue» aleatoriamente y la imagen que se formará en vuestra cabeza será algo parecido a esto.
El Retrete Fondue cuesta 15 euros e incluye los tenedores pero no la vela. Está terminantemente prohibido hacer uso de él si la salsa no tiene un color oscuro; hay libertad para añadir matices (tropezones o granos de maíz) y, por supuesto, jamás hay que decir a los invitados que van a comer en ellos. La sorpresa será mayúscula cuando se les presente esto de entrante y desaparezcas en el aseo para traer el plato fuerte.
Visto en Book of Joe
¿Salsa de color oscuro? WTF? C’est une fondue de chocolat, mon chéri!
Los tropezones suelen ser trocitos de plátano, fresas o cerezas… el postre ideal para la cena romántica que tenemos pendiente, La Gusa.
Siento desilusionarte, Pijus, pero todas mis cenas románticas acaban o vomitando en el aseo o siendo víctimas de una persecución policial. A veces las dos cosas. Soy de estómago pequeño y de economía más pequeña. Pero acepto regalos, sobornos y sobres (perfumados, por supuesto).
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