Puede que uno, en su afán por impresionar a los comensales, elabore una cena exquisita repleta de sabores deliciosos, combinaciones extravagantes y algún desnudo gratuito. Eso está bien y, por lo general, funciona.
Pero si de verdad se quiere impresionar a alguien hay una persona llamada Emily Evans que ha dado con la clave: decorar los platos con motivos fisiológicos pasados por el microscopio. El set consta de platos de testículos, hígado, tiroides y esófago. Cada uno de ellos puede servir tipos de comida específicos a gusto del consumidor. Por ejemplo, yo la fritanga la ponía en los platos testiculares y el postre lo dejaba para los tiroides. El esófago acabaría siendo el plato-cenicero (tiene que haber uno) y el hígado, bueno, ninguna reunión que se precie suele tener muy en cuenta al hígado, así que da igual.
El set cuesta unos 180 euros, aunque se pueden adquirir platos individuales a 50 euros la pieza.
Visto en Incredible Things
Creo que sería más correcto hablar de motivos histológicos, más que fisiológicos.
Siento ser pedante jejeje!!!
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