Cerca de 4.000 horas ha tardado el bueno de Mike Senna en construir una réplica de Wall-e que habla, camina, gira y, en fin, hace todo lo mismo que el original excepto comprimir basura y enamorarse.
En el siguiente vídeo podréis ver una entrevista a Mike donde habla de otra de sus creaciones: una réplica del siempre adorable R2-D2.
En principio no debemos temer por el futuro de la raza humana; el perfil de Wall-e no es destructivo y el de Mike, tampoco. No parece, a simple vista, un inventor chiflado presto a sumir al mundo en una orgía de caos y destrucción. Y eso, quizás, es lo que me parece más sospechoso: los dos, creador y obra, son demasiado abrazables.
Visto en The Huffington Post
Como todo buen robot, se rebelará y compactará a su creador.
Luego se enamorará de la tostadora.
Padre…. Dame Piernas!!!.
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