Dicen que un paladar bien entrenado puede detectar matices muy delicados, diferencias ínfimas. Que si nos dan a probar dos productos buenos enseguida detectaremos el mejor y que, si nos dan otro mejor, lo notaremos enseguida y así sucesivamente hasta alcanzar los mejores productos.
Yo debo tener un paladar de cartón porque, por ejemplo, cuando un vino pasa de 20 euros la botella todos los encuentro estupendos. Por eso no acostumbro a pedir vinos más caros, me parecería una estupidez y un esnobismo. Soy incapaz de encontrar el calor de una tarde de verano o el reflejo del sol en los viñedos, lo máximo que he encontrado es un poco de corcho flotando; por cierto, o la gente tiene un paladar muy educado o el mundo está lleno de esnobs.
Esta original diseño de tetera fusiona el estilo de un reloj de arena con la funcionalidad de un reloj de cocina, permitiendo adecuar el tiempo de inmersión de las hojas en el agua. Según el tipo de té y el gusto del consumidor, si las hojas están demasiado tiempo pueden modificar el sabor, llegando a amargar el resultado final. ¡Oh, gran tragedia!, se ha estropeado un poco de té. Además se puede aprovechar el recipiente inferior como taza, un cacharro menos que lavar.
Bueno, yo no tengo un gran paladar y siempre he hecho los tés a ojo y me gustan casi todos y de cualquier manera. Pero hace un tiempo conocí a unos taiwaneses que me hicieron té de oolong, y era el té más delicioso que jamás he probado. Por mucho que lo intente, vigilando el tiempo de infusión al segundo, no me sale igual, está bueno, pero ese equilibrio perfecto entre delicadeza e intensidad no lo he conseguido jamás. Así que si hay un gadget que lo consigue, bienvenido sea 😀
Realmente habría que ver cómo sale el té después de esa operación tan estrafalaria. El concepto es bueno, aunque creo que dependiendo el tipo de hierbas que se metan en el aparato el agua fluirá con una velocidad distinta cada vez, por lo que como reloj no creo que sea muy preciso. O a lo mejor sí, a saber!
Yo sólo diré: «¡Que lo vendan YA!»
esta muibien el invento
nya, ¿dónde está la broma de todos los años? ¿la broma es que no hay broma?
Somos impresentables, se nos ha olvidado. Abusar tanto del alcohol tiene estas consecuencias.
A ver si el año que viene estamos más atentos 😉
A los relojes de agua se les llama clepsidras.
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